IMPORTANCIA DE LA AUTORIDAD DE LOS PROFESORES
Cuando hablamos de profesores, hablamos de personas que se dedican profesionalmente a la enseñanza, bien de carácter general, o bien de carácter especializado en una determinada área de conocimiento.
Respecto a la autoridad, muchas veces la confundimos con el término poder, sin embargo, la diferencia es que el poder se impone mediante medios coactivos mientras que la autoridad lo hace mediante el respeto, siendo un derecho cuya legitimidad se basa en la posición de la figura de autoridad en la organización, en este caso, el profesor o profesora sobre los alumnos y alumnas. Sin embargo la autoridad del profesor/profesora ha estado muy cuestionada en los últimos tiempos, ya que en la llamada “nueva escuela”, los términos “disciplina” o “autoridad” parecen demasiado oxidados y parecen tener un carácter peyorativo.
Aún así, la autoridad del profesor/profesora es un elemento básico del proceso educativo. Educar implica establecer una relación enriquecedora y compleja que se da entre personas iguales en dignidad pero situadas en distintos niveles de responsabilidad.
En mi opinión, en el nivel educativo en el que nos encontramos (FP), en el que todos somos adultos y responsables de nuestros actos, podemos expresar nuestra opinión o nuestras reclamaciones libremente, siempre y cuando, no se den faltas de respeto y educación por ninguna de las dos partes, para evitar, entre otras cosas, enturbiar la convivencia en el aula o en el centro.
Como ocurre en toda relación social, no todas las personas van a ser de nuestro agrado, es lo que normalmente se dice "me cae bien o mal". Pero ello, no es motivo para faltar al respeto al profesor o profesora "que no te cae bien" y tampoco para dejar de lado la asignatura que éste imparte. Como toda persona, el profesor/profesora puede equivocarse. A estas edades debe ser el propio alumno quien solucione cualquier discrepancia; eso sí, con la educación y respeto debido.
Carolina Martín.
2º Animación Sociocultural y Turística.
