A nadie le gusta tener que repetir un curso, piensas que
llevas todo un año trabajando y que el año que viene será distinto, un nivel
superior, un paso más cerca de acabar el instituto, entrar en la Universidad,
un Ciclo Superior o simplemente querer ganar dinero y dejar los estudios para
empezar a buscar trabajo. A nadie le gusta el tener que repetir todo de nuevo.
Otro año más en el mismo lugar, con los mismos profesores, las mismas clases,
pero sobretodo, gente distinta, gente que es un año menor y que de seguro, los
conoces de vista, o a lo sumo algunos que son vecinos de por el sitio donde
vives.
A mi me ocurrió algo así, hace ya un tiempo. Me encuentro en
estos momentos en 2º de Bachiller de ciencias, y esto que escribo me ocurrió en
3º de la E.S.O. Fue un curso para mi algo enturbioso, por lo que me costó
asimilar los conocimientos de las asignaturas que me impartían. Ese año las
clases me sobrepasaron y todo hay que decirlo, un poco de deje personal hacia
el estudio, me pasaron factura en Junio y Septiembre. No logré recuperar las
suficientes para pasar y en cosa de 1 semana vi como pasaba de ser un posible
alumno de 4º de la E.S.O a un alumno de segundo año de 3º de la E.S.O.
Hoy día lo recuerdo como una etapa que me sirvió para crecer
como estudiante y madurar como persona. En un primer momento fuera de toda
bronca que pudieran echarme mis padres, sentí impotencia, pues daba la
casualidad que todos mis amigos del pueblo, pasaron a 4º, y yo era el único que
se quedaba con los chicos menores un año que yo. Yo ya sabía que no iba a ser
lo mismo, pero no me imaginaba cuanto. En primer lugar el contacto con ellos
desde las 8:00 hasta las 14:30 que salíamos con ellos se reducía a un rato casi
por la mañana antes de entrar y un poco en el recreo.
Poco a poco mi relación con ellos se tornaba un poco más
fría, era cierto que fuera de clase nos seguíamos viendo, pero ya menos que
antes. Los trabajos de clase hacían que ellos quedaran para echar un rato
mientras yo pues me dedicaba a seguir con las tareas de ese mismo año, y en
ocasiones salían o se juntaban sin comentármelo, iban al cine o a jugar a la
consola a casa de alguno, y aunque después me lo decían, e incluso alguna que
otra vez me pedían perdón, ponían la excusa de que no sabían realmente si yo
podía ir y que como no estábamos en clase pues aprovechaban los días de trabajo
en grupo.
Ciertamente en parte me entristecía mucho que eso sucediera e
incluso llegué a tener pensamientos del tipo “ojalá repitan y tengan que estar
otro año en 4º” producto un poco del enfado que me producía la situación. De
todas formas en parte lo entendía pues era lo que había y no podía poner más
remedio.
Hoy en día veo ese año como un tachón en mi carrera
académica, aunque tampoco fue un año catastrófico, pues tuvo sus partes buenas,
y conocí más a la gente que venían de cursos anteriores, formando también
amistades con ellos, aunque siempre me quedara la espinita de no haber podido
pasar con mi grupo de amigos original.