HOLA!
Soy Ana Isabel, alumna de segundo de Integración Social.
Una
semana más, el tema a tratar es la igualdad, ese concepto que al
parecer solo es responsabilidad de algunas personas. Yo lanzo una
pregunta: ¿Por qué?
Esta
lucha diaria es tanto de mujeres como de hombres porque señores y
señoras, no se trata de que se consigan subvenciones únicamente, se
trata de luchar para conseguir vivir en un mundo donde convivamos
personas, no mujeres y hombres.
Y
para ello quiero mostraros un ejemplo admirable que deberíamos
seguir todos.
Phumzile
Mlambo-Ngcuka es una mujer convencida de que la solución para acabar
con la violencia machista o la desigualdad salarial pasa también por
los hombres. Involucrarlos fue uno de los primeros objetivos que se
marcó cuando sucedió en el cargo a Michelle Bachelet como directora
de ONU
Mujeres,
la agencia creada en 2010 para luchar por la igualdad entre sexos y
el empoderamiento de la mujer. “Estamos ampliando el apoyo más
allá de mujeres y organizaciones de mujeres; queremos incluir a
chicos, a héroes deportivos, a músicos, a gente joven”, explica.
En su despacho en Nueva York tiene una foto del resultado de estas
alianzas para incorporar a los hombres en la conversación y en la
acción. “Es una de las fotos más bonitas que tenemos”, dice
orgullosa del acuerdo que firmaron en mayo para los próximos cuatro
años. “El equipo del Valencia Club de Fútbol vistiendo la
camiseta de ONU Mujeres”.
Mlambo-Ngcuka
tiene mucha razón. No se trata de que las mujeres hagamos
asociaciones para luchar contra las injusticias que nos acarrean. Se
trata de que todos luchemos por ser tratados como iguales.
Luchar
para acabar con esa diferencia entre ser hombre o mujer porque,
realmente, lo que se debe tener en cuenta son los conocimientos y
capacidades de una persona en su puesto de trabajo, lo que debemos
admirar es una persona criando a su hijo siendo del sexo que sea, o
lo que tenemos que disfrutar es de ver una persona practicando el
deporte que le apasiona y por el que da su vida para llevar a la
victoria.
Para
acabar, me gustaría agradeceros la atención en esta pequeña
historia que Phumzile ha decidido empezar y animaros a que luchemos y
nos involucremos todos en esta igualdad mundial que todos nos
merecemos.
Ana
Isabel Gómez Corral
2º
Integración Social