La soledad en la tercera edad es
uno de los grandes enemigos del bienestar de nuestros mayores. Una de las
principales necesidades de este colectivo es fruto de la falta de estima y reconocimiento.
Los profesionales que trabajamos en el ámbito residencial vestimos
nuestra mente desde el momento en que comienza nuestro trabajo. Observamos como
sus limitaciones se convierten en esfuerzos continuos por intentar mantener el
mayor tiempo su autonomía, cada paso se convierte en un gran logro. Trabajan
con sus manos y su mente, ya que la vejez no es cuestión de años, sino del
estado de ánimo
Con tanto camino recorrido en
sus vidas, ellos ponen todo su empeño en vestirse cada día tanto por dentro
como por fuera, ellos también “visten su mente”.
Los mayores son como las prendas
vintage de nuestro armario ¡¡Ellos siempre están a la moda!!
Gracias por invitarme a formar
parte de esta iniciativa, con gente como vosotr@s la sociedad damos pasos
firmes e importantes, pasos que afirman que cambiar el mundo es posible,
partiendo de empezar el cambio por uno mismo.
Ana Alcázar
Trabajadora Social Residencia Prado de San Gregorio
(Sonseca, Toledo)