A
veces siempre es bueno mirar hacia atrás y ver si realmente todo lo que has
hecho te ha merecido la pena. Parar, reflexionar y observar con detalle todo lo
que ha pasado hasta el momento. Recuerdo exactamente el día que me toco
hacerlo. Mi padre siempre me lo decía: hija, párate a pensar que dentro de unos
años cuando seas más mayor te arrepentirás del tiempo perdido en balde, que no
merece la pena, que hay que vivir el día a día pero siendo consecuente de todo
lo que puede acarrear el no hacerlo bien. ¡Qué razón llevaba! ¡Más que un
santo! Y así me paso, que repetí, que por vaguear, por no escucharle, por no
pararme a pensar y por mil cosas más deje pasar el tiempo y ahora con 22 años
me arrepiento, claro está. Pero bueno también hay un dicho que dice que nunca
es tarde… y creo que es hora de que todos los que no se paran a reflexionar lo
hagan y miren si el camino que llevan es el adecuado, si creen que lo que hacen
les llevará a ser lo que desde pequeños siempre hemos soñado.
¡Algo
de ayudar a la gente papá! Y mira, estudiando animación que mejor manera. Al
principio no es que estuviera muy contenta y de hecho pensé en dejar el ciclo.
Pero no, tanto mis profesor@s como compañeros me animaron y menos mal que no
volví a lo de años atrás.
Con
todo esto quiero decirle a las personas
que aún están perdiendo el tiempo y piensan que “si soy joven, ya tendré tiempo
de sobra para todo”, que el tiempo pasa, pasa como si nada y super rápido, que
sin darte cuenta pasan los años y sigues estancado. Que hay tomar la iniciativa
y decir “ya, se acabó. Ahora es el momento de que yo decida realmente lo que
vale en mi vida, de ponerme las pilas e intentar poner solución a lo que hemos
hecho mal”. Las excusas no valen, hay que mirar en el hoy y en lo que puedo hacer
para tener un futuro mejor. Proponernos metas que aunque cuesten sabemos que
vamos a lograrlas. Todos somos capaces de
alcanzarlas.
María Ramírez Gómez
1º Animación Sociocultural y Turística