El proyecto “Viste Tu Mente” ha
sido creado para chicos que presentan riesgo social y absentismo escolar;
chicos que quieren ser escuchados más allá de su pupitre situado en el fondo
sur de la clase, chicos que hablan más
con su apariencia externa que con sus opiniones y sentimientos guardados en la cueva más profunda de sí mismos y que
nosotros estamos empezando a encontrar.
Una actitud “pasota” a simple
vista que se alimenta de un orgullo imperante que combate continuamente contra
unos sentimientos ansiosos de pedir ayuda.
Todos hemos tenido 14 años como
Ilyas, 15 como Mario ó 16 como Alejandro. Una etapa rebelde en la que en
numerosas ocasiones no nos entendemos ni a nosotros mismos, y sin embargo,
estamos sumergidos en un día a día influenciados por el qué dirán.
Recuerdo mi experiencia en la
E.S.O. y esas sensaciones de nerviosismo, incertidumbre e ilusión. No era
consciente de la importancia de la etapa que estaba experimentando, de cómo se
iba agrietando el cascarón de mi propia coraza rellena de ingenuidad, pureza y
fantasía que abría un nuevo camino repleto de piedras con las que tropezar, y
una ola de nuevas experiencias se precipitaron hacia nosotros donde la piedad
no existía.
Ese niño tímido, al que el temor
le absorbía, poco a poco se le iba dibujando una sonrisa en la cara e iba
conociendo a otros Sanchos, que aunque algo perdidos, le dieron a ese niño un
empujón para seguir hacia delante. Siempre es bueno tropezar las veces que haga
falta, comer tierra y llorar, y… ¿por qué no? PEDIR AYUDA.
Yo me quedo con cada una de esas experiencias ya que gracias a ella un
día dejé de mirar hacia abajo, donde no me esperaba nada, y alcé la cabeza
donde miles de expectativas y oportunidades me esperaban con ansia de que me
comiera el mundo.
Rubén Carvajal Martínez
Alumno de 1º de Animación Sociocultural y Turística.